lunes, 2 de diciembre de 2013

Impresiones sobre Frozen y Get a Horse



Este fin de semana fui a ver Frozen, la última película de Disney. Parece que haya pasado una eternidad, aunque sólo ha pasado un año, desde la última película de animación que produjeron, Rompe Ralph. Mi deseo a continuación es escribir algunas reflexiones sobre la película, ya que en la universidad lo que nos enseñaron fue realizar análisis fílmicos, más que críticas valorativas de "bueno" o "malo". Por supuesto, habrá spoilers.

Antes de nada, hay que resaltar que tanto la acogida del público como de la crítica ha sido muy favorable;  era una película que se esperaba desde hacía tiempo y retomaba el "nuevo canon Disney" inaugurado por Enredados, trasladando la estética de los clásicos Disney a la animación 3D.

El inicio de la película me ha recordado mucho, y no sé si estaré siendo un sacrílego para los fans, al comienzo de la última versión de Los Miserables, además de a la canción de Cavar, cavar de Pocahontas. Quizá es una de las canciones que más me ha gustado, junto a la del deseo de Olaf por conocer el verano, por estar únicamente cantada por hombres y ser más varonil.


Me parece muy inteligente que la película a continuación siga con el componente musical de manera intermitente con diálogos de los personajes, ya que te ayuda a adentrarte en la dinámica de la película para cuando los personajes empiecen a cantar sin previo aviso y además permite jugar con el montaje. Con esto me refiero al distanciamiento paulatino que sufren las dos hermanas, en el que se repite un mismo leitmotiv a medida que van creciendo.

En cuanto a los personajes, creo que ambas hermanas podrían tener algo más de profundidad emocional. Quiero decir, se podría haber resaltado más las maduración de Anna en su arco de transformación, ya que parece no darse cuenta de lo ingenua que ha sido pretendiendo casarse con un hombre que acaba de conocer hasta que éste le traiciona. Y por otro lado, a Elsa me la esperaba más egoísta, y además, hubiera interesado hacerla algo más malvada. En su canción de huida a la montaña, deja caer que no se arrepiente para nada de su poder y de hecho se la ve orgullosa, ¿por qué no puede tener ambición de poder y control? Creo que hubiera dado más fuerza al clímax de la película que hubiera tenido un dilema moral. De otra guisa es el personaje del príncipe Hans. Aunque ya se adelantara Shrek 2 en su momento y por lo tanto se haga algo previsible en este caso, me alegré de que el príncipe encantador perfecto fuera un maldito ambicioso que tan sólo quería tomar Arendelle.  Por otro lado, esperaba que el reno Sven y el muñeco de nieve Olaf fueran unos alivios cómicos bastante simplones, pero he de decir que me reí bastante con ellos. No hay queja sobre ellos, al contrario, solo admiración hacia los animadores.

Porque esa es otra, la película me ha dejado boquiabierto respecto a la animación y a la fluidez, naturalidad y espontaneidad de los movimientos. Todos los personajes desprenden humanidad, reno incluido (bueno, también es muy perruno), y esto crea un efecto muy cómico a favor. En cuanto a calidad técnica, véase iluminación y efectos digitales en general, no hay nada que decir, sobresaliente pero tampoco mucho mejor que las de otras películas de animación de este mismo año. Eso sí, si nos vamos a los casos concretos, como el de creación de la nieve, ahí sí que simplemente hay que quitarse el sombrero y callarse porque los resultados son perfectos.

En cuanto a la música, a mí personalmente no me ha entusiasmado ni creo que se me quede en la memoria como las canciones de otras películas Disney con las que crecí, pero eso seguramente se deba a que estén dirigidas a una generación más joven. O que tenga que escucharla más veces, no sé. Prefiero los cantantes de antaño, para qué negarlo, ya que no me convencen las voces típicas que salen de Disney Channel.

Por último, hay un aspecto de la película que no me ha convencido mucho y que creo que se debe a rescrituras del guión no resueltas del todo. ¿Qué pasa con los trolls? Sabemos que hay criaturas mágicas gracias a ellos, ¿por qué no se encuentran más durante la historia, aparte de la propia Elsa? ¿Y por qué ella tiene ese poder mágico, de dónde le viene? ¿Y por qué el troll chamán sabe todo lo que sabe? No sé, creo que estos personajes tan entrañables o bien se merecían mucho más tiempo y relevancia en la historia (que se les intenta dar, ya que los trolls son los que saben qué se debe hacer en caso de que Elsa dañe a Anna), o lo mejor hubiera sido eliminarlos por completo para no crear expectativas. Sinceramente, veo mucho más potencial en estos personajes en términos tanto de historia como de comercialidad que el que se le ha dado. De hecho, deberían hacer un spin-off y contarnos de dónde vienen, qué hacen, si son mágicos, por qué viven como piedras, si existen más criaturas mágicas, por qué el chamán sabe tanto, si son inmortales, etc etc, porque son personajes con appeal y muy "customizables", al igual que los Minions de Gru.

En definitiva, la película está bien y para alguien interesado en la animación como yo, hay muchos detalles del filme que permiten desgranarlo y disfrutarlo sin mayores pretensiones que el de pasar un buen rato con buena compañía, admirando sus cualidades técnicas y artísticas. Aun así, en términos de historia y de poética, por así decirlo, la película deja bastante frío (irónicamente) respecto a sus antecesoras.

Get A Horse

Ahora toca hablar del cortometraje que telonea a la película. Me ha encantado, y menos mal que no sabía nada de nada sobre él, porque la sorpresa que da es de esas ideas que a mí, personalmente, me chiflan. Podría decirse que es un corto metacinematográfico, ya que el cortometraje calcado a los cortometrajes clásicos de Disney, como las Silly Symphonies, resulta que se está proyectando en un cine de estética 3D. Como en La Rosa Púrpura del Cairo, Mickey y compañía atraviesan la pantalla después de que Pete la rompa para converstirse en personajes 3D con una estética que recuerda a los videojuegos Epic Mickey. Así, Mickey descubre que puede jugar con el tiempo y la posibilidad de controlarlo moviendo la pantalla para atormentar a Pete. Sin embargo, es una historia que, aunque se sirve de las últimas tecnologías, tiene una historia típica de los cortos clásicos, y eso es precisamente lo que pide. Por eso no puedo más que aplaudir la genialidad del corto y esperar a que esté pronto online para poder verlo de nuevo.

Como última curiosidad, hay que remarcar que tanto la película como este corto están dirigidos por mujeres, Jennifer Lee y Lauren McMullan. Y probablemente veamos más trabajos suyos en el futuro.
 

viernes, 22 de noviembre de 2013

Cómo distribuir tu cortometraje (de animación)

El pasado 17 de octubre volví a la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, tras haber terminado la carrera, para hablar a mis compañeros de 3º y 4º de Comunicación Audiovisual sobre un tema que desgraciadamente no vimos los de mi curso durante la carrera: la distribución de cortometrajes.

Haciéndome el chachi delante de antiguos compañeros. ©Facultad de Comunicación

Es un tema que se suele olvidar y con el que ni siquiera contamos y que supone, en la mayoría de los casos, un importante desembolso económico para los que no controlen del tema. Por eso, desde mi breve experiencia, he decidido escribir esta entrada que recoge el esquema que empleé en aquella sesión, que titulé Distribución de Cortometrajes para Dummies, y que ofrece distintas alternativas para distribuir tu trabajo dependiendo de la obra en sí. He puesto entre paréntesis "de animación" porque en realidad lo que voy a contar se puede aplicar a cortometrajes de imagen real también, pero este blog es principalmente de animación y además he cosechado más éxitos distribuyendo mi corto de animación.

Empecemos:


Este título tan "original" se debe a que mi proyecto fin de carrera se llama Dummies, el primer corto de animación que hemos hecho en la Facultad y del que estoy muy orgulloso, ya que nos está dando muchas alegrías. Algún día me animaré a hablar sobre él...

1. Valor de la obra

Antes de empezar nada, es muy importante tener en cuenta que el cortometraje que hagas se puede valorar desde dos puntos de vista: a) uno intrínseco (la calidad objetiva que tiene la obra en sí, basada en sus valores de producción: casting de actores, equipo técnico usado, ritmo adecuado, etc), con el que todo el mundo en general está de acuerdo; y b) uno extrínseco (lo que opina cada uno sobre el cortometraje, cómo lo ha visto y digerido, cómo le afecta respecto a sus experiencias únicas que esa persona sólo conoce).

Esto es importante de saber porque según el valor extrínseco que el autor le dé a su obra, distribuirá mejor o peor su trabajo. Si crees que tu cortometraje es la leche y que lo tiene que ver todo el mundo, le pondrás mucho más empeño porque crees en él. Sin embargo, si después de la producción estás reventado del corto y no quieres volver a saber nada de él (está bien que lo dejes reposar por un tiempo, lo digo en caso de que tu animadversión hacia él sea definitiva), entonces mejor olvídate de distribuirlo tú mismo. Encárgaselo a otra persona o simplemente, si no te enorgulleces de él, déjalo a parte y ponte con otra cosa.

Además, hay que tener en cuenta que la diversidad de festivales que hay se fundamenta en los distintos tipos de gustos. Puedes mandar tu cortometraje a 20 festivales y no conseguir ni una selección y sin embargo que a los del 21º festival les encante. ¡Por eso no hay que perder la fe y ser muy paciente! Uno de los motivos por los que sigue habiendo distribuidores independientes es porque tienen buen ojo para colocar un cortometraje en un festival concreto, porque saben dónde puede encajar tu trabajo (por eso no es bueno desestimar su ayuda y experiencia, como veremos más adelante).

Por otro lado, lamentablemente este mundo también funciona por intereses. Muchas veces tu cortometraje puede ser el mejor de todos los seleccionados y no ganar porque el hijo del tío del sobrino de la abuela del concejal del ayuntamiento que organiza el festival se ha comprado una cámara hipertocha y ha "hecho" un cortometraje. Esto obviamente es una exageración, pero he oído cosas parecidas que dan un poquitito de rabia.... En cualquier caso, son casos aislados, y lo bueno suele triunfar.

2. Infinidad de festivales

Este segundo punto vendría a dar un motivo por el que distribuir tu corto, por muy sencillo o modesto que sea (o que tú pienses eso, muchas veces te sorprenderá descubrir cómo otra gente ve cosas maravillosas en tu trabajo sin tú haberte dado cuenta). Hay infinidad de festivales. Para todos los gustos, géneros, edades, soportes (físico u online), países, duración... Con tantas posibilidades, se convierte casi en una obligación mover un trabajo que tanto te ha costado sacar.

3. Por qué

¿Pero cuáles son las verdaderas razones por las que emplear tu valioso tiempo en una tarea que puede llegar a ser algunas veces muy aburrida?

a) Por el público


Ésta debería ser siempre la primera razón. Un cineasta cuenta historias para compartirlas con la gente. No tiene sentido tanto esfuerzo si al final nadie te ve ni te escucha. Por eso hay que aspirar a compartir tu obra con el mayor número de espectadores posibles, por lo que las historias universales (y los cortometrajes sin diálogos) tienen aquí mayor ventaja. Además, si tú no puedes ir a todos los festivales, al menos tus historias sí que viajarán por el mundo. Y eso mola. ¡Y mucho!

b) Publicidad y contactos


Otra de las grandes ventajas de los festivales es que son una ventana de exposición al mundo. Tienes publicidad gratuita de tu trabajo acompañada de ¡admiración! Aunque yo aún no he tenido la ocasión, es siempre aconsejable ir a todos los sitios donde te invitan (el viaje generalmente te lo tendrás que pagar tú, pero el alojamiento y la comida siempre la suelen ofrecer, así que si puedes no lo dudes) porque conoces a gente de la industria. No sólo de tu país de origen, sino gente que está creando cosas parecidas a las tuyas en otros rincones del planeta y os podeis motivar mutuamente. Vamos, que haces contactos con los que, nunca se sabe, quizás trabajes en el futuro o necesites su ayuda si quieres ir a filmar a tal país. Consigues contactos y amigos de la industria audiovisual mundial, y eso es "very bueno".

c) Facilidad


Otro motivo es lo fácil que es hoy en día mandar tu cortometraje. Aunque muchos festivales aún se resisten a tener una copia física, en general para la preselección basta con enviar un screener de tu corto por Vimeo o Youtube por enlace privado junto a los documentos que te pidan, o el archivo por Wetransfer o Dropbox. O simplemente los subes a una plataforma online, de la que hablaremos después.

d) Respeto y prestigio


Si realmente quieres dedicarte a esto profesionalmente, en tu CV va a ser muy decisivo que hayas ganado premios o selecciones en festivales de alta categoría. Vienen a ser los méritos más importantes en nuestra profesión. Así, puedes ganar respeto con las selecciones, y prestigio con los premios.

e) Dinero


¡Sí, el punto que estabais esperando! Sé puede ganar dinero con los premios, la mayoría de los festivales tienen dotación económica, es importante revisar las bases para ver las dotaciones económicas. Esto es genial porque si te lo montas bien recuperas tu inversión con beneficios, para poder repartirlos luego con todo el equipo. Ah, pero si os premian en España y hay algún organismo detrás, os tengo que decir que tardarán mucho tiempo en daros el dinero (yo sigo esperando los que he ganado...) y que hay una cosa llamada 21% de retención fiscal que te descuentan del total del premio y que se lo queda nuestra querida amiga Hacienda. Si te premian en otro país, ni idea de cómo es el asunto... cuando los organismos que premian son privados, generalmente ya tienen el dinero y te lo dan enseguida, así que imagino que esta particularidad tan puñetera se da sólo con festivales subvencionados.

4. Cómo

Existen diferentes maneras de mover tu cortometraje, algunas no son excluyentes y todo depende de lo que hemos hablado antes: el valor extrínseco que tú mismo le das a la obra (bueno, y también de cuánto puedes gastarte en moverlo).

a) Contratar una agencia


Hay empresas especializadas en la distribución de cortometrajes. Algunas de ellas son Promofest, la Agencia Freak del Cortometraje, Marvin&Wayne, Banatu Filmak, The House of Films, Upcinema, etc etc. Con las que he tenido contacto han sido las dos primeras. Con Promofest, tú mandas el cortometraje. Pueden hacer algún juicio de valor, pero da igual, porque se limitan a distribuir tu corto: tú pagas, ellos distribuyen. Con la Agencia Freak es distinto: mandas el cortometraje. Si les gusta, te lo aceptan para que forme parte de su catálogo, y pagas. Si no, pues nada, tienes que buscarte otra agencia u otro modo.

Ventajas:

1) Ahorro de tiempo:


El tiempo es lo más valioso a la hora de distribuir, consume mucho, más si no sabes cómo funciona. Pagar porque alguien se encargue de buscar festivales e inscribirlos a festivales es muy justo. Quiero resaltar esto porque hay gente que puede pensar que no cuesta nada. Pero buscar los mejores festivales para el corto y luego además rellenar y enviar todos los documentos necesarios es agotador. Tremendamente agotador. Sobre todo si lo haces a la manera "low-cost". Por eso me molesto en escribir esta entrada y comparto estos conocimientos sin miedo a que "me quiten un posible trabajo", porque por mucho que aprendais a mover el corto, al final hay que echarle horas, que te ayudarán a descubrir trucos para hacer tu trabajo de manera más eficiente.

2) Profesionalidad


Hay gente profesional que tiene mucha experiencia haciéndolo, así que si puedes permitírtelo, adelante. Además, si has hecho el corto es porque lo que realmente te llena es producir y crear, y no pasarte el tiempo buscando festivales.

3) Pago por bonos


¿Cómo se suele pagar? Por bonos. Por ejemplo en Promofest pagas por festival nacional (1 bono), europeo (2 bonos) o internacional (3 bono). Podeis consultar las tarifas en cada página web. Esto es ventajoso en el sentido de que pagas todos los servicios de golpe. Si lo distribuyes por tu cuenta, tendrás que ser un poco contable, ya que tendrás que controlar los gastos de inscripción, de envíos por correos o de producción de DVDs o pendrives, porque hay distintos tipos de gastos. Lo que estés dispuesto a gastarte dependerá de tu corto y de tus aspiraciones con él, como ya he dicho, y a la categoría de los festivales a los que quieras llegar.

Desventajas:

1) Distinto valor


Sí, volvemos al valor extrínseco del cortometraje. Te arriesgas a que en la agencia no den el mismo valor que tú le das. Si le dan mayor valor, no es problema (sino que es un elogio), pero si no... no mola nada dejar tu criatura en manos de gente que no lo aprecia. No lo moverán tan bien como tú esperarías.

2) Competencia interna


Punto muy importante el que ahora tratamos. Debes tener en cuenta que las agencias distribuyen varios cortometrajes, incluidos en su catálogo que pueden ser muy grandes. Yo no estoy seguro de cómo funcionan, pero sé que muchas agencias de éstas distribuyen también a través de plataformas online, como Movibeta, de las que hablaremos después.

A través de las plataformas online tu pagas por festival, no por corto mandado. Si tienes dos cortos subidos a la plataforma, pagas solo una inscripción y mandas los dos cortometrajes, porque solo cobran una vez por festival. Si lo parais a pensar, ¡te ahorras un dinero acojonante como agencia! Aunque creo que tienen un límite de cortometrajes, el problema que nos preocupa es la competencia interna que tendrá tu cortometraje con los otros cortometrajes del catálogo de la agencia. Para ahorrarse dinero, mandarán tu corto junto a otros cuantos a un festival, porque se ahorran dinero, mucho dinero, y pueden ser cortos que encajen bien ahí. Esto, desde mi punto de vista, es malo siempre, a no ser que el festival admita distintas categorías (ficción, animación, documental, videoclip...) y los de la agencia coloquen cortos en cada categoría, sin que compitan directamente entre sí.

3) Mucho dinero


Pues eso, creo que ésta es la forma más cara de distribuir tu cortometraje. Además de que siempre existe el riesgo de que tu cortometraje al final no lo vea nadie y no consiga ninguna selección, aunque la agencia lo esté "moviendo".

b) Distribuirlo uno mismo


La principal razón por la que me he animado a escribir este artículo es este apartado, porque es fruto de mi experiencia. Vamos allá:

Ventajas

1) Aprendizaje


Es muy recomendable investigar cómo funciona la distribución de cortometrajes para todos aquellos que se dediquen a hacerlos, aunque luego no vuelvas a saber nada (porque no querrás, seguramente). El conocimiento no ocupa lugar, dicen, y además en el caso de la distribución, conocer bien el proceso te ayuda a planificar mejor las producciones que hagas en el futuro. Supone el primero paso tras la finalización de la obra y es importante saber cómo lidiar con él. Además, aprenderás a cómo no distribuir un corto y también a qué debes esperar de alguien que se encargue de su distribución. Entenderás los problemas que le pueden surgir porque tú ya los habrás vivido.

2) Nicho del corto


Si mueves tú el corto, lo colocarás donde a ti te dé la real gana, porque decidirás tú cómo quieres venderlo. Creatividad al poder. Por ejemplo, mi cortometraje Caracola es indispensable en los festivales de cine sordo por el tema que trata (sí, existen festivales así y cada vez hay más). Sin embargo, por cómo lo he tratado, me permite acceder a otros tipos de festivales, aunque no tenga tanto éxito. Con Dummies, lo puedo mover por festivales especializados de animación, de escuelas de cine y universitarios, festivales de óperas primas, de cortometrajes para niños e incluso de cine mudo.

3) Ahorro de dinero/gratuidad


Puedes ahorrarte dinero o incluso no gastar ni un duro si sabes donde buscar. Hay muchísimos festivales que te permiten mandar el corto online (por email) y que no cobran inscripción (entry fee en inglés). La página web de Kimuak tiene un listado de festivales con sus respectivos links que están muy bien, además para cortos de animación tienes Animation Festivals, y hay una página que está realmente bien que es No Entry Fee Festivals, donde enlazan todos esos festivales que no requieren pago por inscripción. En el apartado de festivales en Recursos iré colgando más páginas interesantes de este estilo.

Desventajas:

1) Desesperación


El no saber cómo hacer desespera mucho, pero hay que tomárselo con calma. Hay muchas posibilidades y siempre hay miedo a gastar dinero en algo intangible como es la inscripción de un festival, pero ese pequeño dinero puede transformarse en un premio si realmente lo mereces. Además, entre el plazo de envío de cortos y el anuncio de los seleccionados pueden pasar meses, y puedes llegar a agobiarte si esperas mucho una respuesta, así que lo mejor es olvidarse y si hay suerte de estar seleccionado, acogerlo con sorpresa.

2) Frustración


Más de lo mismo. Tu email puede llenarse de emails donde te avisen de que no has sido seleccionado. O, en los peores casos, enterarte de casualidad por la página web del festival, que ni siquiera te ha avisado. Da rabia todo el esfuerzo que puedes hacer en silencio sin que nadie te vea y que no sea recompensado, pero como ya he dicho, es una cuestión de paciencia. Hay que tomárselo con la máxima calma posible.

3) Pago fraccionado


Otra de las cosas que incordian sobre moverlo por tu cuenta es algo que ya comenté antes, tienes que pagar por las copias de DVD/BlueRay/DCP si el festival en cuestión quiere una copia física, también por las inscripciones, y por los envíos por correos. Además, una vez seleccionado, tendrás que pagarte el viaje, aunque la comida y el alojamiento sí te lo paguen.

c) Contratar un distribuidor independiente


Hay gente que no pertenece a ninguna agencia y que son autónomos (pobrecicos, hay que mimarles mucho porque está jodida la cosa para los autónomos) que se dedican a la distribución independiente de cortometrajes. Yo solo he conocido dos casos de cerca, con uno de ellos es con el que trabajo y obviamente es el que os voy a recomendar.

El primero es Mailuki Films, de Bilbao. Fue la primera persona con la que contacté porque he visto los resultados arrolladores que ha conseguido (y sigue consiguiendo) con cortometrajes de conocidos y amigos míos. No os voy a decir la cantidad (eso habladlo con él) pero cobra por mes. Mueve cortos de gente que es seria candidata a ser los directores españoles más importantes del futuro cercano. Suele acoger cortometrajes de un estilo muy concreto que descubrireis si veis cortometrajes de su catálogo. Os lo recomiendo si teneis afinidad con los cortos que distribuye porque consigue multitud de selecciones y premios (muchísimos de ellos en festivales de EEUU), está muy bien relacionado y su dedicación es plena.

El segundo es La Botica Audiovisual, de Lanzarote. Como podreis ver, la persona que lo lleva se dedica a más servicios y conoce bien cómo funciona esto. Es con la que trabajo con mis cortos. Tampoco os voy a hablar de sus tarifas, pero tengo que deciros que es lo más barato que he encontrado respecto a calidad-precio. Y además, trabajamos conjuntamente, ya que yo puedo distribuir también mis cortos.

Ventajas:

1) Trato personal


Permite un trato mucho más cercano y personalizado cuando es solo una persona la que se encarga de moverte el corto. Además, esto hace que no haya tanta competencia interna como en una agencia, porque su catálogo será más reducido y tratará cada corto con mucho más mimo y dedicación.

2) Experiencia y contactos


Tú no pagas sólo por el tiempo que esa persona emplea en mover tu corto, sino también por todo lo que sabe y por a todos los que conoce. Es muy importante, ya a nivel personal, desarrollar un buen trato con esta persona a la que confías tu corto. Ganas un nuevo contacto y además puedes ganar un nuevo amigo del que puedes aprender mucho.

3) Acuerdos interesantes


A raíz de lo anterior, si la relación es buena y agradeces su trabajo, puede proponerte acuerdos que os beneficien a ambos. Hay que saber ejercitar el don de gentes. Además, puedes distribuir tú también tus cortos por tu cuenta, aprovechando al máximo todas las oportunidades, y avisándole de dónde lo has inscrito para no mandarlo dos veces al mismo sitio.

4) Otras ventanas


Entre esos acuerdos está la posibilidad de que se encargue de distribuir el cortometraje en otras ventanas, después del recorrido por festivales, como ventas a TV, a plataformas de streaming online, a trenes/aviones/autobuses (como ha hecho La Botica Audiovisual). 

Desventajas

La única que se me ocurre es pagar y no conseguir ningún resultado. Pero si un distribuidor se compromete a mover tu corto, a no ser que sea muy mala persona, te dirá si vale la pena o no (o si él lo haría o no) distribuirlo.

d) Usar una plataforma online


Una herramienta indispensable si lo mueves por tu cuenta. Algunos ejemplos son Movibeta, Uptofest, Festhome, Clickforfestivals o Withoutabox, entre tantos otros. También funciona por bonos (cuantos más compres, más barata te sale la unidad), aunque algunos festivales son gratuitos.

Ventajas

1) Unificado


Subes tu cortometraje, rellenas la inscripción, eliges los festivales, ves donde te han seleccionado, etc. Tienes todo en un sitio totalmente unificado, lo cual se agradece para evitar derrames cerebrales con tanto dato.

2) Subir varios cortos


Aunque ahora creo que hay un límite, puedes subir varios cortometrajes, y de forma gratuita.

3) Pago/festival, no corto


Como ya os dije antes, si subes varios cortos, puedes mandarlos todos a un mismo festival, pagando solo una vez.

Desventajas

1) Incertidumbre


Como es algo automatizado, muchas veces no sabes bien si te han cogido o no, o si realmente el corto ha gustado. Se pierde el trato más humano que puede dar el programador del festival.

2) Mensajería/email


Esto puede parecer una bobería, pero a mí a veces me ha dado problemas y no me llegan mensajes sobre las selección de cortos en un determinado festival y me entero semanas más tarde. Aunque eso ya es cuestión de la organización de cada festival y si a parte mandan un email de aviso.

3) Dinero inscripciones


Una de las desventajas comunes al resto de maneras de mover un corto, la gran mayoría de las inscripciones cuestan dinero, y puedes no ser seleccionado ya que muchos cortos son enviados así. Parece que aún hay una nostalgia por los cortometrajes recibidos por envío postal.

Un apunte sobre Withoutabox. Aunque es probablemente la plataforma online más importante del mundo (es de IMDB), recomiendo que se use cuando el corto ya ha cosechado éxitos anteriores, ya que la mayoría de los festivales que recoge tienen unos costes de inscripción muy caros. Esto se debe a que en países como EEUU, la financiación principal para organizar el festival son las inscripciones, ya que no hay subvenciones (o no las usan para los festivales, vaya). Además, funcionan por plazos. Si te pasas un plazo, el siguiente deadline será mucho más caro mandar el corto, por lo que tienes oscilaciones de precios de entre 25-80$, algo demasiado caro. Además, es un claro indicador del nivel que se espera de los cortos, así que es un claro aviso de si encaja o no tu corto ahí.


Y eso es todo, amigos. Aún me dejo algunos consejos y asuntos sobre qué documentos es necesario preparar para enviar a los festivales, pero creo que lo dejaré para otra entrada después de lo larga que ha quedado esta. Espero que os haya servido.

martes, 5 de noviembre de 2013

Hablemos de animación (I): la actitud

Aquí está la primera charla escrita por Jorge Vigara de Hablemos de animación. Disfrutadla.
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 1 La actitud


¿Por qué es tan importante la actitud? Porque la actitud va desde la posibilidad de darnos o quitar un trabajo a lo que es importante: condiciona nuestro progreso como creativos.

Es interesante verlo desde un punto de vista externo ya que esto es un trabajo en equipo, es decir, el contacto entre personas es necesario y sucede muchas veces al día. Por lo que la actitud puede demostrar qué tal persona eres y si se puede confiar en ti o no. Desde lo más simple, como pedir un favor, pedir feedback o el retar con una tarea no llevada a cabo antes por esa persona. Esto nos puede llevar a la promoción y a nuevos caminos creativos.

Para entender la importancia de la actitud hay que entender que la animación proviene de un trabajo puramente artístico. En los primeros años del 2D la animación de un plano en sí estaba realizada por una persona: el animador (que en muchas ocasiones era el diseñador). Actualmente eso es un trabajo de 4 personas: el diseñador de personajes, el modelador, el rigger y el animador. Esto se ha debido a la globalización y expansión del mercado de la animación, lo que permite por el momento gracias a lo lucrativo que es este mercado, que intervengan más personas en el proceso de creación.

La creación de esta industria de animación CG y por ello de la división del perfil de este animador 2D en varios perfiles técnicos y artísticos se da sencillamente por una razón: el talento entrenado es difícil de conseguir y muy caro. Digo entrenado, porque el mercado hoy no permite la posibilidad de entrenar y enseñar a sus técnicos y artistas. Cada vez es más exagerado la necesidad que existe en la industria que estudiantes salgan listos para sacar planos. Apenas año y medio de Animation Mentor y ya estás listo para tu primera película. Los estudios han venido comprobando durante todos estos años que sus ganancias siguen siendo las mismas, o incluso aumentan, sin importar demasiado que la calidad de sus artistas individualmente sea muy alto, ya que lo que importa es el trabajo global: el resultado del equipo.

Por eso hay que ser consciente de algo importante, y me incluyo: tenemos la cuarta o quinta parte de habilidades que un animador 2D. Hablo de habilidad, no de talento. El talento es algo que está dentro de nosotros, pero que requiere práctica y tiempo para mostrar todo su potencial: esto es habilidad. Y a la hora de animar, ¿qué es lo que va a suplir esa falta y nos va a empujar a desarrollar cada vez mejor nuestras habilidades? La actitud.

La actitud es algo que hay que hacerlo conscientemente. Nos pueden enseñar a animar, y en qué consiste la animación, pero no nos enseñan a ser animadores. Y un animador es sobre todo una cosa: un lúcido de la vida. Esto significa que observa, que escucha, que huele, que toca, que entiende cómo sus emociones se transmiten para traducirse en su cuerpo, y cómo funcionan esas sensaciones similares en el cuerpo de otro bajo otras circunstancias. Sé que esto forma parte de la personalidad de cada uno pero es que es difícil separar aquello que nos hace persona con aquello que nos hace ser un buen animador. Generalmente una persona que desarrolla naturalmente esta actitud abierta y consciente es un buen animador 3D.

Como esto es una cuestión privada y personal que trasciende los límites del animador en sí, no voy a ir más allá. Pero sí puedo hablar de algo que forma parte de nuestro día a día en el trabajo y que facilita llevar a cabo esta actitud: el feedback. Para esto hay que quitarse el miedo a fallar. Fallar es bonito, porque significa que vas a mejorar en algo. No asociéis feedback a la palabra crítica, ya que tiene connotaciones negativas que no son reales. Asociarlo a mejorar, empujar, aprender... Es importante saber a quién pedir feedback (y darlo). Un feedback no sirve si solo destaca esos puntos mejorables. Hay que aconsejar o anotar cómo mejorar, por lo que cada vez que pidáis feedback quedaros con aquellos que os ayudan a comprender y a mejorar.

Cuando alguien se acostumbra al feedback y lo usa para mejorar su trabajo, uno acepta una cuestión fundamental: no lo sabemos todo ni tenemos las mejores ideas. Cualquiera puede anotarnos un fallo, contarnos una manera distinta de trabajar, enseñar algo o incluso plantear puntos de vista distintos al tuyo y que funcionen igual o mejor. En resumidas cuentas: acostumbrarse al feedback nos enseña a aprender. Esto se debe a que aceptamos la posibilidad de que hay algo mas allá que lo que uno opina o ve. Aprender es el hecho de asimilar algo desconocido o distinto, ¿verdad? Pues aprender a aprender significa aceptar que mejoramos nuestro trabajo gracias a eso desconocido o distinto. Eso supone el feedback.

Y lo más bonito de la magia del feedback es que el día en el que lo hagamos parte de nosotros, una semilla de curiosidad y de actitud se plantará en nosotros. Y crecerá, y crecerá...


Manejar el tiempo, descansar el ojo y la mente. La motivación.



Manejar el tiempo, descansar el ojo y la mente es otra cuestión que de manera natural no sale de nosotros y que si lo olvidamos a veces puede ser contraproducente. Pasar mucho tiempo frente a la pantalla consume mucho. Sobre todo en los últimos procesos de la animación (al pulir), cuando repetimos una y otra vez lo que vemos.

"Animation is concentration". Totalmente de acuerdo, pero para concentrarte en algo hay que venir de una visión global, porque si no, somos como caballos con anteojeras. Siendo técnicos, algo muy común cuando se pule según la jerarquía (ya sabéis, primero root/body, luego spine, cabeza y luego extremidades) es que al profundizar más y más nos centramos en esas partes que pulimos y nos olvidamos de cómo queda en el contexto global. Por ejemplo, vemos que la mano tiene un pulido genial, con sus arcos y sus movimientos pero no funciona como algo integrado al cuerpo y los movimientos de éste. Con los faciales vs movimiento de cabeza suele pasar lo mismo. Por eso a mí, personalmente, no me gusta ese método que se hizo famoso en los primeros años de AM conocido como "forget about the legs" ya que forzosamente nos impide trabajar en la globalidad y nos centramos en cada parte precisa.

Existen otros trucos que sirven para "desconectar" de esa concentración en una parte general y es ver el plano por un espejo, ver el plano desde lejos (hay algunos colegas que lo miran boca abajo incluso, no miento), verlo de distintas perspectivas. O incluso, dejar nuestro vídeo corriendo visible en el escritorio, ir a tomar un té/café o al WC y volver. De esta manera veremos el plano nada más acercarnos a nuestro escritorio y con cierta frescura reveladora.

Así que, por cuestión de salud y por el bien del plano, recordad que es bueno cortar. Esto es algo que, al igual que la actitud, no sale solo, hay que tener algo de disciplina y educarse a uno mismo para hacerlo.

Id a dar un paseo, leer, ¡dibujar!, ved internet. De hecho es el momento perfecto para ver otra serie de cosas que os saquen de la animación que estáis haciendo pero que os motive. La motivación, algo esencial que también tenemos que buscar. Ya hablaremos más adelante sobre cómo beber de otras disciplinas artísticas. Pero es en estos momentos donde podemos estudiar otros planos de otros animadores, o ver Arte y Animación de Christian Dan, ver algo de cine con los actores que os gusten, escuchar BSO... La motivación es algo importante ya que es el combustible de nuestro entusiasmo y ganas de animar. Digamos que cuando estamos animando, si no sabemos cómo manejarla, perdemos motivación. Y es muy curioso cómo a veces estamos sin combustible y no caemos en que tenemos que llenar el depósito.

Para motivarse, es importante conocerse a uno mismo y saber qué nos influye de esa manera tan positiva. Hablar incluso con según que compañeros motiva mucho, si existe ese feeling en el que habláis de animación sin parar y os emocionáis juntos en esas charlas. No hay nada como la motivación en grupo, ya que acerca a los miembros de los equipos entre sí.


Confianza vs Ego



Tema delicado el del ego. Seamos claros: todo el mundo tiene ego. Yo tengo ego. Y lo tenemos porque tenemos que pasar por ahí para confiar en nosotros mismos y seguir avanzando en nuestro camino creativo y/o artístico.

Confiar en uno mismo es necesario. Esto además no es incompatible con ser autoexigente y detallista. Al contrario, la confianza potencia la autoexigencia y el detallismo, ya que nos impulsa poco a poco a hacerlo cada vez mejor y llegar más lejos con nuestros planos.

Ahora, en el camino a ganar confianza en nosotros mismos y nuestro trabajo es donde reside la posibilidad de caer en el problema del ego.

El ego tira al traste toda nuestra atención con mantener una buena actitud, huele muy muy mal y no gusta. El ego hace que la gente no quiera trabajar contigo, y cuando es bastante elevado te da problemas laborales (por no hablar de los personales). Además de eso, el ego es el principal problema de que no sigamos avanzando en nuestra carrera. Como digo, el ego aparece de camino a medida que ganas confianza de manera lógica: si vamos haciendo bien nuestro trabajo y recibimos beneficios por ello (felicitaciones, mejores planos, gente que cada vez te pide más feedback ,trabajar en mejores producciones, mejor sueldo...) nos hacemos conscientes de ello y adquirimos una posición de bienestar y de orgullo muy rica.

No importa en qué momento de nuestra carrera ocurra, puede ser en vuestro segundo trabajo, o mientras estudiáis (curiosamente se frecuenta más cuanto menos experiencia se tiene). Pero cuando llegamos a ese punto en el que vemos nuestros resultados en una posición tan satisfactoria, se hace complicado el querer salir de ahí. A eso se le llama Ego, y psicológicamente hablando el ego es precisamente miedo al cambio. Rechazo. Nos ha costado tanto esfuerzo conseguir esos trabajos y provocar esos halagos en lo que nos rodean que tenemos miedo de no volverlo a conseguir. Por eso rechazamos nuevas ideas, los fallos que algunos compañeros ven, nuevas maneras de trabajar...

Confiar en uno mismo supone simplemente aceptar que lo haremos bien y mejor cada día si nos lo proponemos. Y que por las mismas razones que superamos las dificultades o retos pasados podremos superar las venideras. El querer asimilar esos cambios y usarlos para mejorar es la confianza. El rechazarlos es ego.

Y en una profesión que se realiza colectivamente, para una audiencia colectiva, hay que contemplar la opinión y la visión global. Si eso no se acepta, no es un problema, pero esa persona no trabajará agusto en esta industria o al revés, la industria quizás no lo acepte.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Hablemos de animación: las charlas de Jorge Vigara



Jorge Vigara es un animador senior madrileño que vive en Canadá, ya que trabaja para Sony Pictures. Ha participado en largometrajes como Hotel Transylvania, Gru: mi villano favorito o Los Pitufos 2, entre otros, además de "darle" a la ficción de imagen real como cortometrajista. Sin duda, una persona que hay que seguir muy de cerca.

Resulta que hace tiempo impartió unas charlas por videoconferencia sobre diversos temas relativos a la animación, con discursos realmente interesantes especialmente para los que quieran dedicarse a este mundo. Tanto si quieres dedicarte a la animación en sí, como a cualquier otra profesión relacionada con este sector, creo que son de lectura muy interesante, ya que ahora las ha recogido por escrito y ha añadido algunos apuntes. Cuento con su beneplácito para compartir su gran trabajo instructivo.

Para hacerlo más ameno, iré publicándolo por entradas, y si es necesario, añadiendo algunas referencias.

Espero que os sirva tanto como a mí.
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 Prólogo


Durante los días 27 y 28 de abril, el 4 , 5, 11 y 12 de mayo del 2013 tuvieron lugar unas charlas por streaming bajo el título Hablemos de animación. El objetivo era atender a las principales dudas y preguntas que durante varios días recogimos en el grupo de Facebook: Spanish Animators relacionados con los aspectos profesionales, artísticos y personales de la industria de la animación, y mi visión de ellas.

Pese a algunas dificultades técnicas tuve el placer de poder reunirme en ocasiones con más de 130 colegas animadores, estudiantes y entusiastas del sector con los que comparto mi pasión por esta cambiante, pero aún joven y excitante profesión.

Aquí quedan los apuntes que durante varios días preparé, pero no exentos de cambios. La vida sigue y cada día aprendo algo nuevo, por lo que me he permitido el lujo de cambiar o añadir algunas de las cosas que en su momento dije. Todo con ánimo de que sigan siendo palabras que hoy pueda defender, pero sobre todo que sean palabras de reflejo de mi interior y experiencia.

Pese a que ya en su día agradecí el pasar por aquellas charlas, no quiero dejar escapar la ocasión de volver a hacerlo, ya que durante varios días después seguí recibiendo los agradecimientos y emoción de muchos de los que asistieron a las charlas. A Calvosaez, Christian, Raúl, Julián, Miren, Andrei, Mati, Carles, Diego, Tomás, José Francisco, Marco, Sergio, Sara, Jordi, Albert... y a todos los demás que me dejo, gracias de todo corazón. Tengo la suerte de conocer a muchos de vosotros personalmente y quizás hayáis intuido que mi interés en la animación va más allá de sus programas, el lápiz y el papel. Cada día más procuro comprometerme con el factor humano que existe detrás de cualquier disciplina artística, es por eso que cada e-mail recibido, cada mensaje privado por Facebook, etiquetas, menciones y demás son profundamente enriquecedoras y valoradas.

Esto es por todos nosotros y por una industria mágica. Que esta fábrica de fantasías en la que vivimos se sustente en la creatividad y en nuestros sueños más profundos.

Mis mejores deseos a todos.

Jorge Vigara

 

 Antes de empezar...

¿Por qué os queréis dedicar a la animación?

Y me gustaría concretar: ¿Os gusta la animación, como tal, o estáis enamorados de aquellas películas o videojuegos que os marcaron de jóvenes y por ende, queréis trabajar en esas producciones de mano de esos estudios?

Esta pregunta ha venido a mi cabeza después de varios años viendo como compañeros de profesión claramente se dedicaban a esto precisamente porque su meta era sin más llegar a trabajar en alguna de las compañías que forman parte de la 1ª liga de la animación en Hollywood. He podido escuchar "Yo quiero trabajar en Disney por que a mí El rey León me marcó", o "quiero llegar a Blue Sky porque su calidad de animación es la mejor " más veces que simplemente “animo porque dibujo desde que era un niño pequeño". No quiero con esto dar la impresión de que sea bueno ni malo, pero no deja de llamarme la atención.

De hecho yo he sido uno de ellos, pese a dibujar desde que soy un mico, y no fue hasta el día que vi Ratatouille cuando caí en el craso error en el cual estaba basado mi enfoque en esta profesión. Es una película que me fascina, pese a toda la controversia que ha provocado. Cuando la vi me hizo sentir una sensación muy difícil de expresar y que a día de hoy aun recuerdo cada vez que veo un frame de esa película o escucho algo de su banda sonora . Era algo así como una enorme satisfacción y placer por lo tan adentro que esa película me llegó, pero al mismo tiempo una enorme decepción y algo de tristeza. ¿Como puede ser que algo que me gustara tanto, me provocara eso? Muy sencillo, porque me di cuenta de que no trabajé en ella. A partir de ahí, y de conversaciones con otros colegas que sentían lo mismo en ocasiones, fue donde empecé a caer que todos esos años atrás había enfocado de una manera equivocada mi profesión, a la que yo considero una forma de vida. Hasta entonces estaba siendo una forma de vida basada en una expectativa, en simples comparaciones. En un final. No estaba prestando atención al camino que posiblemente me llevara eso, y es por eso que decidí cambiar la manera de verlo.




Esto es muy común por parte de cabezas de estudio que tienden a compararse y querer conseguir los mismos productos con las mismas experiencias que aquellos grandes del otro lado del océano. Y quizás por eso, entre otras cuestiones, terminan con resultados negativos en sus intentos de éxito internacional. Compararse al nivel tal en el que uno se auto-exije a si mismo querer ser aquello que ya fue y se hizo en otras circunstancias y por otras personas es lo que hace que nos neguemos a nosotros mismos como creativos o como artistas. No creo perjudicial el tomar por referencia y usar el arte de otros como método de motivación y empuje, pero sí el momento en el que tendemos a compararnos y tapar nuestra visión, intuición y creatividad visceral. Ese ansia de vivir o de conseguir ser lo que otros han sido o hicieron nos condena a nosotros mismos. No olvidemos que esta profesión, deriva de una acción artística, y eso significa que nuestro trabajo es un producto de una acción interior, de inquietudes y ganas de crear algo con nuestras propias manos. De nuestras propias inquietudes. De nuestro propio yo.

Otra pregunta que quisiera hacer, y que creo consecuencia de lo anterior es:

¿Disfrutáis cuando estáis animando?

Desde luego, siempre habrá momentos en los que la herramienta revienta, pierdes algún archivo o incluso algún cambio u opinión no sienta del todo bien. Eso es aceptable, pero aparte de estas cuestiones intrínsecas al medio... ¿disfrutáis? He escuchado mucho aquello de "esto no me sale", "el lead/supervisor me tiene manía", "esta serie/película es una mierda" , "el rig no funciona bien", "es que a mí no me han dado un plano bueno"... Y muchas otras cuestiones que hacen que al final algunos sientan que para ellos sea más un proceso de sufrimiento antes que un placer. Finalmente, al acabar el plano muchos se sienten satisfechos y se regocijan del resultado, y creen que tanto sufrimiento merece la pena. Obviamente cada uno decide sus maneras de trabajar, pero el problema viene cuando aun sufriendo, ni siquiera terminan satisfechos.

Relaciono esta pregunta de si disfrutáis con la anterior de "¿por que animáis?", porque precisamente el sufrimiento viene condicionado de la comparación y la expectativa. Estas expectativas suelen ser factores externos a nuestro trabajo, como el "ya verás, este plano lo va a petar" , "con este plano me van a pillar en este estudio"

Con esto no quiero decir que esta serie de ideas no puedan ser cumplidas (aquí entra el factor de la confianza, y de esto hablaremos más adelante), el problema es cuando dirigimos nuestro trabajo hacia esas expectativas. Nos olvidamos de lo que podemos aprender, del placer del proceso, del querer jugar y navegar en las ideas y de las millones de posibilidades que podemos realizar . Nos olvidamos incluso hasta de hacerlo bien, y empezamos nuestros planos diciendo "voy a hacer algo guapo" sin ni siquiera dedicarle una pensada si eso es de verdad lo que nos conviene o lo que mejor funciona . Tendemos a obsesionarnos con que el valor de nuestro trabajo será bueno o malo según la circunstancia externas a nosotros ( lo dicho: el rig, el modelo, la calidad de animación de la producción, el supervisor...) y nos olvidamos de que realmente depende enteramente de nosotros. Estos conceptos no son malos, ya que como veremos puede formar parte de nuestra estructura de confianza que nos permita dar lo mejor. El problema es cuando son pensamientos aislados y nos centramos únicamente en conseguir un buen plano para la reel.

Según mi opinión esto en parte también tienen algo de culpa las crecientes escuelas de animación (muchas online) en la que hacen pensar a cada alumno que cada plano que hacen en la escuela o durante un proceso de aprendizaje va a ir a parar a su reel. Esto crea una cantidad de presión brutal, sobre todo para aquellos profesionales de joven experiencia que beben de estas escuelas, ya que no se alberga la posibilidad de fallar. O haces un gran plano para poder meter en tu reel (o lo más perseguido: en la reel de la escuela) o estás perdido. Y eso no puede ser así. Ya que fallar es vital.

Por eso, una de las primeras cosas que trataremos en las minicharlas será el tema de la actitud, la motivación, la confianza y demás... ya que la experiencia me ha enseñado que por encima del talento que tengamos, lo que prima es nuestra actitud y cómo enfoquemos nuestra posición ante la animación (o incluso puedo atreverme a decir que ante cualquier otra disciplina artística que forman parte de un mercado de negocio).


martes, 29 de octubre de 2013

Origami: entrevista a David Pavón





















Os quiero hablar de Origami, un cortometraje de animación 2D que está obteniendo multitud de selecciones por todo el mundo y que recientemente ha ganado en la 20ª edición del Festival Internacional de Jóvenes de Granada. Su director es el granadino David Pavón, ilustrador freelance, diseñador de personajes, animador 2D y storyboarder que ha estudiado en la ESDIP y que actualmente reside en Londres.



Aprovechando estas buenas noticias del corto, Entre Renders ha decidido hacerle una entrevista, ya que creemos que es de vital importancia apoyar este tipo de proyectos, pues supone el inicio de los profesionales de animación. Allá vamos:

1. Cuéntanos un poco cómo surgió la idea

"En la facultad hice unos vídeos experimentales sobre la infancia y canciones populares infantiles. Una de ellas era la del "barquito chiquitito". En él, salía un barco de papel navegando desde un baño hasta llegar a alta mar. Los vídeos no pasaron de esa asignatura, es más, ya ni recuerdo dónde están. Tras varios años pensando en cuál historia sería la primera que llevaría a cabo en animación elegí ésta, y comencé a escribir una historia lo más fiel posible a lo que me había transmitido el vídeo experimental. Para mí, en el vídeo, el barco, pese a ser algo inerte, tenía vida, transmitía melancolía y soledad. Así que traté de contar la historia en base a esos dos temas."

 

2. ¿Y el proceso de desarrollo?

"Al tratarse de un proyecto fin de curso se tuvo que hacer durante el curso más o menos. El storyboard ya lo tenía hecho, pero surgieron cambios y tuve que rehacerlo de nuevo. Con lo cual empecé con él en octubre de 2011, terminándolo junto a la animática, el diseño de personajes, el concept art y el layout antes de las vacaciones de Navidad. Y el proceso de animación, fondos y color duró desde enero hasta principios de julio. En octubre se hizo la composición y montaje, y la música y sonido entre noviembre y diciembre. Así que para marzo de 2013, que fue su estreno en la escuela, ya estaba listo."

 

3. ¿Cuáles son las principales referencias al realizar Origami?

"Crecí en una época donde la animación tuvo un punto muy fuerte en las infancias de toda España, donde pudimos disfrutar de series de gran nivel como Heidi, Érase una vez... y David El Gnomo. Así que referencias inconscientes las he tenido de todo con lo que he crecido. Pero sin duda, las principales han sido el cine de Miyazaki y Pinocho de Disney, que siempre ha sido mi película de animación favorita." 


 

4. ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor a la hora de hacer el corto?

"Lo mejor del corto sin duda ha sido compartir la experiencia con mis compañeros y ver los resultados de cada animación, cómo quedaban los planos finales y el ánimo de todo el mundo. Y lo peor de todo, pues que es una producción al fin y al cabo: había que cumplir unas fechas, tuve que recortar la historia, hubo problemas de producción y cada vez se alargaba más el final. Pese a todo, tuve mucho apoyo de mis compañeros, Band À Part hizo una banda sonora tal y como la tenía en mi cabeza y Óscar Catalán fue todo un profesional que se esforzó hasta el final para poder acabar el montaje."

 

 5. ¿Quiénes son tus referentes, de quién tomas ejemplo?

"Soy un apasionado del cine, tanto del independiente como del clásico, como de los grandes blockbusters. Considero que una historia, tenga el presupuesto que tenga, si es buena merece la pena. Soy fan de Clint Eastwood, el Studio Ghibli, Tornatore, Hitchcock, De Sica y Michael Caine. Desde pequeño he visto mucho cine, iba todos los días al cine de verano, alquilaba los betas de las películas de animación y los findes y las vacaciones veía todos los clásicos ochenteros una y otra vez. El ejemplo de trabajo y constancia me lo han inculcado mis padres, que es de los que he visto lo que cuesta poder sacar un trabajo adelante. No he sido un chaval de lujos, por lo que todo lo que he conseguido, lo he conseguido trabajando y estudiando."

 

6. ¿Por qué animación y no imagen real?

"La acción real me gusta mucho, sería sencillo hacer trabajos con ella. Con ideas, puedes hacer grandes cosas con muy poco, pero desde pequeño siempre he sabido que quería dibujar y dedicarme al mundo de la animación. Pensar que mi nombre un día estaría en un clásico Disney, ver que yo podía hacer eso que tanto admiraba y que hacía otra gente... Con la animación puedes hacer absolutamente todo lo que quieras, mientras que con la imagen real puedes estar más limitado o puede resultar complicado hacerlo. La animación tiene algo que otro género no tiene: no hay límites."

 

7. Una película de animación y una serie de animación que te hayan marcado

"Como ya he dicho antes, Pinocho es la que me ha marcado y el referente para muchas cosas de las que hago. Otras que también forman parte de mi vida son La Sirenita, El viaje de Chihiro, La bella y la bestia, Akira y Ratatouille. En cuanto a series, podría estar mencionando cientos, porque cada una ha significado algo para mí, pero me quedo con Dragones y Mazmorras, Looney Tunes, Dragon Ball, Heidi, Los Moomin, La aldea del arce, D'Artacan, Pumuky, Patoaventuras y Sherlock Holmes. Pero todo te lo puedo resumir a Pinocho y Dragones y Mazmorras."

8. Háblanos un poco sobre tus futuros proyectos

"Tengo varios proyectos, como terminar de escribir una pequeña novela ilustrada, pero hasta que no consiga que mi primer cuento ilustrado se edite no voy a seguir con él. Soy paciente, llevo varios años con él. También tengo dos cortos escritos, con su diseño de personajes y storyboard hecho, esperando el momento para poder llevarlos a cabo. Uno es en 3D, por lo que tendrá que esperar, y el otro en 2D, que espero que sea el próximo. Ambos tienen una historia más emotiva y potente, y les veo muchas posibilidades si llegasen a realizarse. Ambos tienen como títulos provisionales Stars y Un día más."

 

9. Viviendo en Londres, ¿qué opinas sobre el momento dorado de la animación en españa?

"Vivo en Londres, pero no sé por cuánto tiempo. Quizás tenga que volverme a casa de mis padres y realizar por mí mismo el cortometraje en 2D. La animación en España tuvo un gran momento con compañías como BRB en series tan buenas como D'Artacan, Don Quijote, David el Gnomo, Willy Fog, Los aurones, Mofli y Érase una vez..., que hoy en día no lo veo en series que se emiten. El tipo de mercado que queremos crear es similar al americano, porque es lo que vende, en vez de pensar que hay mucha gente joven con buenas ideas, no tan comerciales, que pueden hacer la animación grande en este país, como ya lo es en países como Francia o Japón donde tienen su propio mercado y funciona, alejándose del tipo americano. Las últimas películas españolas de animación que he visto no me han gustado, van mucho por el terreno de vender el estilo americano, las ideas son muy simples, parece que solo quieren contentar al público infantil, cuando deberían ver como otras empresas como Dreamworks y Pixar buscan un público más amplio. Estoy seguro de que hay grandes guiones por ahí esperando que los descubran, pero al final supongo que las grandes empresas son las que deciden, y si piensan que algo vende, pese a no tener calidad en la historia, pues eso es lo que hay. Veo que técnicamente están tan bien como una película de Sony o Dreamworks, pero las historias no me interesan lo más mínimo. Hace un tiempo vi Nocturna, considero que ese es el camino que hay que seguir. Y respecto al sector, para trabajar no lo veo tan fácil, supongo que para alguien de 3D será mas fácil, pero para alguien de 2D como yo, aquí me hallo, fuera de España buscando algo como diseñador de personajes o concept artist, ya que en España no he recibido ninguna respuesta de todos los lugares donde he presentado mi interés en trabajar."

10. Si tuvieras el poder suficiente, ¿qué cambiarías para mejorar la situación del cine y la animación en España? 

"Sin duda lo llevaría a otro terreno. Intentaría que se hiciesen mas películas como O Apóstolo y Nocturna, y menos en 3D, porque considero que ese mercado esta muy saturado y podemos ofrecer otro tipo de cine al que la gente puede acostumbrarse. Lo importante es cómo venderlo al público. El tipo de publicidad que se le ha hecho a Tadeo Jones no es el mismo que el de O Apóstolo, es muy injusto, y una está a años luz de la otra en cuanto a calidad en la historia. Mientras, fuera de España, vemos como O Apóstolo es la que se lleva la gloria en cuanto a reconocimientos y premios, y en España no se le ha valorado como se debía. Si vemos que responde bien en público fuera de España y el miedo supuestamente es que no se pueda vender en otros países, no entiendo porqué no arriesgarse con proyectos de stop motion y 2D, o menos infantiles en 3D. Si la película es buena, lo es, sea la técnica que sea. Pero nos aferramos a que la película en 3D va a vender más sí o sí, porque es el bombardeo de hoy en día, pero también el desgaste de mañana. Y respecto a la series, no sigo las de hoy en día que se producen en España, conozco Pocoyó solamente. Sigo series como Hora de aventuras, El asombroso Mundo de Gumball y animes, y considero que el éxito que tienen series como Hora de Aventuras es porque se han arriesgado y nos han mostrado que siempre hay ingenio para crear series nuevas y frescas, diferentes a lo antes visto, y estoy seguro de que en España también se puede hacer. No quiero que nadie piense que odio el 3D y que solo quiero hacer películas como Persépolis, solo considero que hay demasiado de una cosa y poco de otra, y hay público para ambas. Yo seguiría el ejemplo de cuando las series de animación españolas llenaban la parrilla televisiva y eran famosas, adaptándolo a los nuevos tiempos."

domingo, 27 de octubre de 2013

Cartoon d'Or: los mejores cortos de animación europeos

El pasado viernes 25 de octubre tuvo lugar en la Academia de Cine la comida anual de los miembros de la especialidad de animación con motivo de la celebración del Día Mundial de la Animación, cuya fecha es el 28 de octubre. Además, se hizo un pase especial para la proyección de los cortometrajes de animación finalistas en el Cartoon d'Or, al que llegan los mejores trabajos de los principales festivales de animación europeos. Es decir, lo mejor en animación de Europa.

Lo mejor de todo es que a partir de este año, los cortometrajistas españoles no tienen que competir fuera para poder acceder a esta prestigiosa competición, ya que 3D Wire pasa a formar parte de los 8 festivales de animación que permiten acceder al Cartoon d'Or, contando con un jurado de lujo.

Tuve la suerte de poder asistir y ver los cortos, y aquí va mi breve reseña de cada uno:

 

Betty's Blues


Sinopsis: un joven guitarrista prueba suerte en un viejo local de blues en Louisiana. Una historia de amor y venganza...

Este cortometraje es todo un homenaje al blues, ambientado en Nueva Orleans en los años 20. Utiliza stop motion para narrar el presente y animación 2d para contar el pasado del legendario Blind Boogie Jones. Su gran acierto es que la propia estructura dramática es la de una canción de blues, consiguiendo sacarnos una sonrisa y también alguna lagrimilla. De momento no puede verse entero online:


Su director es Rémi Vandenitte, nació en 1982 en Ottignies-Louvain-La-Neuve, Bélgica. Estudió ilustración en le Real Academia de Bellas Artes de Bruselas, y después animación en La Cambre. Trabaja en eventos de publicity e ilustración, y desarrolla sus propios proyectos de animación. Está producido por Les Films du Nord. 

 

Head over Heels






















Sinopsis: una pareja ha crecido algo separados a lo largo de los años. Él vive en el suelo, ella en el techo, y su matrimonio pende de un hilo.

Esta joyita ya la conocíamos por estar nominada en la última edición de los Oscars (y que debería haber ganado, frente a Paperman). Por suerte, sí que ha ganado esta vez en el Cartoon d'Or, llevándose el gran premio. Este cortometraje parte de un concepto absolutamente genial y que permite varias lecturas. Cuántos detalles se perciben con cada nuevo visionado. Yo creo que este cortometraje es, sino el mejor, uno de los mejores del año pasado. No cuenta con una animación espectacular (porque tampoco es lo que necesita), pero sí con una historia y una planificación muy cuidada que lo hace grande. Este cortometraje tiene la capacidad de entretener, enternecer y educar, y por eso creo que todo el mundo debería verlo. Por suerte, está subido y aquí mismo os lo dejo:


Está dirigido por Timothy Reckart y Fodhla Cronin O'Reilly. Reckart está especializado en stop motion. Tiene un grado en Historia y Literatura por la Universidad de Harvard y un Máster en Dirección de Animación por la National Film and Television School de Londres. O'Reilly tiene experiencia en largometrajes, vídeos institucionales de grandes corporaciones y en videoclips. Se graduó con un Máster de Producción también en la NFTS, que ha producido el corto.

 

I am Tom Moody






















Sinopsis: un viaje surrealista a través del subconsciente de un músico angustiado por el momento de cantar.

Este cortometraje es el más experimental y quizá el de menos duración de todos. Aparte de poseer un estilo muy particular que recuerda un poco a los personajes de Tim Burton (no sólo en estética, también en personalidad), tiene un montaje frenético que coincide con los pensamientos de Moody al recordar su infancia y miedos. Quizá su historia me llame menos la atención, pero tiene un trabajo enorme de stop motion. No lo he encontrado entero, pero aquí va el principio:


 Este cortometraje está dirigido por Ainslie Henderson, animador, escritor, director que actualmente vive y trabaja en Edinburgo. A principios de 2012 fue premiado con un BAFTA por su trabajo como co-escritor de The Making of Longbird junto al director Will Anderson, con el que forma el equipo creativo detrás de White Robot. Con este corto ha ganado más de 25 premios internacionales, entre los que destacan Mejor Corto Británico en Encounters, Mejor Corto Estudiante Disney en Ottawa y el Premio Especial del Jurado de Annecy.

 

Kali The Little Vampire

Sinopsis: Kali es un vampiro que vive en las sombras. Sueña con vivir a plena luz del día. Pero es en la oscuridad donde encuentra la luz que estaba buscando.

Otro cortometraje con una personalidad muy particular, especialmente por la técnica usada: grabado digital. Recuerda mucho al trabajo de Piotr Dumala, por la similitud en la técnica y por el uso predominante del negro y blanco y rojo para resaltar. Interesa por sus reflexiones sobre la luz y la oscuridad, los miedos infantiles, el ser diferente y su consiguiente soledad y el hacerse adulto. De momento sólo puede verse un trailer:


Dirigida por Regina Pessoa, nacida en Coimbra, Portugal, en 1969. Se graduó en la Escuela de Bellas Artes de Oporto en 1992. En 1999 dirigió y animó su primer corto independiente The Night. En 2005, Tragic Story with Happy Ending y en 2012, Kali, The Little Vampire, una coproducción de Portugal, Francia, Canadá y Suiza. En cada película, usa distintas técnicas de grabado, desde plástico hasta el ordenador, o comoa ella le gusta decir, "de la piedra al píxel". Desde entonces sus películas han ganado numerosos premios por todo el mundo. Producido por Ciclope Films, ONF, Folimage y GDS.

 

Off the Track (Écart de Conduite)






















Sinopsis: Chloé en su examen de conducción... por enésima vez.

Este cortometraje de la española Rocío Álvarez es sumamente divertido. ¿Quién no se ha enfrentado con miedo al examinador o examinadora de turno tras haber suspendido la primera vez? Este corto recoge una situación angustiosa y la convierte en una comedia disparatada que arranca más de una carcajada por la cercanía y acertada empatía que genera la protagonista con el espectador. La estética recuerda al famoso cuadro de P. Mondrian y al póster de Todo sobre mi madre, con una animación exagerada que provoca una hilaridad muy sana. De momento, solo puede verse un trailer:


Rocío Álvarez nació en 1983 en Castellón de la Plana. Entre 2000 y 2006 estudió Bellas Artes en Valencia y Roma. Después se dedicó durante tres años a la pintura, ilustración y la instalación artística. En 2010 empezó en la escuela de animación La Poudrière en Francia, donde hizo Crick-Crack y Pas de papier aparte de este corto. En 2012 dirigió "Fou fou Tfou, le farfelu" para TF1. Actualmente vive en Bruselas, donde trabaja para el estudio de animación L'Enclume y prepara una serie de proyectos de animación, incluido Interlaine con Emilie Sengelin, que fue presentado en Annecy 2013 y una serie de TV llamada Street Driver, que continúa el tema de los exámenes de licencia para conducir.

 

Women's letters (Lettres de Femmes)

Sinopsis: durante la Primera Guerra Mundial, un enfermero se encarga de curar a los soldados malheridos con cartas de amor enviadas por sus mujeres.

La premisa de este cortometraje es una genialidad. En un mundo de hombres cartón, lo que cura las heridas, literalmente (nunca mejor dicho), son las cartas enviadas por las mujeres. Aun así, creo que de todos los cortos, ha sido el que más deja que desear. Aparte de que la historia es algo confusa y podría estar más trabajada, el tema de la guerra se trata de una manera demasiado seria para como es el diseño de los personajes: a mí personalmente me costó llegar a imaginármelos como hombres que sufren y no como figuritas hechas de cartón que se pueden romper fácilmente. Sin embargo, no quiero quitarle ningún mérito, ya que la estética es también única y el stop motion, que ya es de por sí complicado, parece serlo más por los materiales con los que se ha hecho. A falta de tráiler, dejo un making off:


Su director es Augusto Zanovello, que estudió en la Univesidad de Paris III y en Gobelins, antes de irse al Instituto Louis Lumière, donde se graduó con un grado de Cine en 1991. Desde entonces, ha trabajado en varios estudios de animación como animador, layout artist y storyboarder. Ha dirigido varias series y cortometrajes. También es guionista de cine y televisión. El corto está producido por Pictor Media y XBO Films.


Como ya dije al principio, esto es lo mejorcito a nivel europeo en cortos de animación. Curioso que no haya ninguno de animación 3D, ¿verdad?

Espero que os gusten tanto como a mí.